Hoy 6 de diciembre se cumple el 211 aniversario del fallecimiento del gran savant, Nicolas-Jacques Conté.
INTRODUCCIÓN Y ORÍGENES
Conté es conocido por ser el inventor del
lápiz moderno aunque ese fue sólo uno de sus muchos inventos...
Nicolas-Jacques Conté nació en Sées
(Normandía). La familia de Conté poseían desde hacía generaciones tierras que cultivaban
y permitían una vida holgada hasta que la muerte prematura de su padre hizo que
cambiara su forma de vida. Conté es educado por una de sus tías con la que
visita de forma periódica el Hospital de Sées y está encantada con la disposición
de su sobrino. Los lápices, libros y compases que su familia le regala, hace
las delicias del pequeño Conté. Cuenta una persona de su familia “mi primo Conté
no jugaba a juegos propios de nuestra edad ya que a él siempre le gustaba
dibujar sobre la arena sus pensamientos o recoger el gas de los pantanos en
botellas…”.
INFANCIA Y JUVENTUD
Finalmente, la superiora del Hospital de Sées,
Madame Prémeslé, se hará cargo del joven Conté a los 9 años.
Cuentan que con
esa edad fabricó un violín con sólo un cuchillo como herramienta. Cierto día,
Madame Prémeslé se sintió afligida ya que al pintor que le había encargado unos
paneles religiosos, enfermó. El adolescente Conté de 14 años se ofreció para
hacer el trabajo. Con una paleta, pinceles y colores, realizó 20 temas que
despertó la admiración del pintor y de la superiora. (actualmente siguen
decorando la iglesia de dicho hospital). Los nobles de la región fueron
llamados para que vieran tan maravillosa obra. En una de esas visitas, Conté
conocerá a la que será su esposa, la joven viuda Mme. Brossard que pertenecía a
una de las familias más nobles de Normandía.
INVENTOS
Antes de trasladarse a París en
1776, Conté construirá una máquina hidráulica, un instrumento para medir
distancias…además de fabricar sus propios colores para la pintura al oleo,
pastel y los retratos en miniatura que le permitirá relacionarse con personajes
importantes de la época como Guyton de Morveau, Fourcroy o Vandermonde. En esos
tiempos, Conté pinta retratos de día y de noche se dedica a sus investigaciones
científicas.
Uno de los grandes triunfos de Conté lo realizará cuando se
encierra una noche para desarrollar una herramienta que permitirá al Comité de
las Monedas fabricar una moneda conmemorativa perfecta. Posteriormente, se le
confiará la dirección del blanqueo de telas; otro éxito en la lista. Pero es en
1794 cuando la guerra contra Inglaterra y el bloqueo continental que impide la
importación de grafito de las minas de Cumberland, permitirá a Conté
desarrollar todo su ingenio, encontrado el método en tan sólo 8 días; una mina
de grafito y arcilla dentro de un cilindro de cedro.
Pero además de gran
inventor, Conté tenía un “alma excepcional” y odiaba el beneficio personal y
económico.
Después del lápiz, fue llamado para aplicar
sus conocimientos en los aerostatos al servicio del ejército de Francia y
aportó diversos conocimientos para la fabricación del gas y el recubrimiento de
los barnices en los tejidos. También consta en esa época como uno de los
fundadores de la escuela de Artes y Oficios de París.
Estando en éstas investigaciones en Meudon y
encontrándose en su laboratorio experimentando con hidrógeno, una fuerte
explosión arrancaría el ojo izquierdo a Conté.
Pocos días antes de partir a la expedición a
Egipto capitaneada por Napoleón Bonaparte, Conté presentaría otro de sus
ingenios, un barómetro que evitaba la fragilidad del instrumento.
EXPEDICIÓN A EGIPTO
Conté participará en la expedición a Egipto
como “jefe del cuerpo de los aerosteros” aunque a los dos meses del
inicio de la expedición, Bonaparte le encargaría la Dirección General de
todos los trabajos de mecánica y artes. Por lo tanto, tiene a su cargo a
todos los artistas franceses que están en Egipto. En ese momento, cuenta con 42 años y va a desarrollar en Egipto una febril actividad, imposible de enumerar en su totalidad; un
telégrafo para ayudar a la flota anclada en Alejandría, molinos de viento para
la molienda del trigo, sables, cartones, tejidos, tambores, trompetas, aparatos
de topografía, catalejos, compases, lápices, lupas, microscopios… creación de fundiciones
y acerias, lanzamiento de aerostatos, etc, etc.
Gaspard Monge dijo, “Conté
tenía todas las ciencias en su cabeza y todas las artes en su mano”. Y Napoleón
Bonaparte “Conté, hombre universal, capaz de crear todas las artes de Francia
en medio de los desiertos de Arabia”.
Berthollet dijo de él, "Conté es la columna en la expedición a Egipto".
REGRESO A FRANCIA
Al regreso a Francia, Conté inventó una
máquina para grabar de forma rápida y precisa los dibujos hechos en Egipto; en
ese momento los grabadores tardaban hasta 6 meses por lámina. Con la máquina de
Conté se redujo a 2-3 días y ahorró al Gobierno unos 300.000 francos de la
época.
Conté
murió el 6 de diciembre de 1805 en París sin poder ver la obra acabada
en la que participó activamente; la "Description de l'Égypte". Tuvo tres
distinciones especiales; en vida, se le concedió la "Legión de Honor"
en 1804 de manos de Bonaparte; después de su muerte, en 1817, una calle
de París lleva su nombre "rue Conté" y en su localidad natal en Sées, se erigió una estatua en 1852 por suscripción nacional.
**el grueso del texto anterior formó parte del artículo de La Goleta de junio de 2013.
Es totalmente cierto que Conté
fue, tal como dijo Berthollet, "la columna de la expedición en Egipto".
Creó un "polígono industrial" en El Cairo con fábricas que abastecían
tanto a demandas militares como civiles. En sus ratos libres que no eran
muchos, Conté se introdujo en la vida del egipcio de a pie
retratando las artes y oficios del Egipto de la época y la vida
cotidiana de sus habitantes. Al principio, los cairotas recelaban de
ésta persona con un parche en el ojo izquierdo, pero según pasó el
tiempo, supieron ver a una persona amable, honrada y que ayudó a mejorar
la fabricación de sus productos.
A pesar que Conté
no escribió un "journal" o una "agenda" de los acontecimientos vividos
en Egipto o de sus innumerables inventos, las cartas cruzadas con su
esposa en Egipto a través de su amigo Verrier, son un caudal de amor y
devoción hacia su esposa.
Otra
de las joyas que nos ha dejado son sus acuarelas; sus colores
transmiten tal frescura y viveza que parecen hechos hoy mismo.
Pero quizás, el mayor tesoro que nos haya dejado Conté, sea poder constatar "su gran alma" para ayudar a los demás. Valga las líneas que leerá a continuación, para saber cómo era.
A la finalización de la expedición a
Egipto, el Primer Cónsul (Napoleón Bonaparte) hizo pedir al general Belliard que preguntara a Conté
qué tipo de recompensa deseaba por los ingentes servicios prestados en Egipto a lo que
Conté respondió, "sólo deseo una cosa; que
los que sirvieron bajo mis órdenes, reciban una justa recompensa y no les falte de nada".
Retrato de Conté a principios del siglo XIX, grabador Bouchardt
Biografía de Jomard a Conté realizada en 1852
Detalle de un grabado de la Description de l´Égypte (EM-II, Arts et Métiers
"Le Barbier", Planche XXV) Grabador Delignon
Detalle de un grabado de la Description de l'Égypte (EM-II, Costumes et Portraits, "Femme du peuple", Planche A) Grabador Voyez