Ayer 4 de agosto de 1755 nacía en
Sées (Normandía), el savant Nicolas-Jacques Conté.
Conté es conocido
por ser el inventor del lápiz moderno aunque ese fue sólo uno de los muchos
inventos de éste gran “savant”…
ORIGENES
La familia de Conté poseían
desde hacía generaciones tierras que cultivaban y permitían una vida holgada
hasta que la muerte prematura de su padre hizo que cambiara su forma de vida.
Conté es educado por una de sus tías con la que visita de forma periódica el
Hospital de Sées y está encantada con la disposición de su sobrino. Los
lápices, libros y compases que su familia le regala, hace las delicias del
pequeño Conté. Cuenta una persona de su familia “mi primo Conté no jugaba a
juegos propios de nuestra edad ya que a él siempre le gustaba dibujar sobre la
arena sus pensamientos o recoger el gas de los pantanos en botellas…”.
INFANCIA Y JUVENTUD
Finalmente, la
superiora del Hospital de Sées, Madame Prémeslé, se hará cargo del joven Conté
a los 9 años. Cuentan que con esa edad fabricó un violín con sólo un cuchillo
como herramienta. Cierto día, Mme. Prémeslé se sintió afligida ya que al pintor
que le había encargado unos paneles religiosos, enfermó. El adolescente Conté
de 14 años se ofreció para hacer el trabajo. Con una paleta, pinceles y
colores, realizó 20 temas que despertó la admiración del pintor y de la
superiora. (actualmente siguen decorando la iglesia de dicho hospital). Los
nobles de la región fueron llamados para que vieran tan maravillosa obra. En
una de esas visitas, Conté conocerá a la que será su esposa, la joven viuda
Mme. Brossard que pertenecía a una de las familias más nobles de Normandía.
Retrato
de Conté por Couché y grabado por Revillé en torno a 1835.
INVENTOS
Antes de trasladarse
a París en 1776, Conté construirá una máquina hidráulica, un instrumento para
medir distancias…además de fabricar sus propios colores para la pintura al
oleo, pastel y los retratos en miniatura que le permitirá relacionarse con
personajes importantes de la época como Guyton de Morveau, Fourcroy o
Vandermonde. En esos tiempos, Conté pinta retratos de día y de noche se dedica
a sus investigaciones científicas. Uno de los grandes triunfos de Conté lo
realizará cuando se encierra una noche para desarrollar una herramienta que
permitirá al Comité de las Monedas fabricar una moneda conmemorativa perfecta.
Posteriormente, se le confiará la dirección del blanqueo de telas; otro éxito
en la lista. Pero es en 1794 cuando la guerra contra Inglaterra y el bloqueo
continental que impide la importación de grafito de las minas de Cumberland,
permitirá a Conté desarrollar todo su ingenio, encontrado el método en tan sólo
8 días; una mina de grafito y arcilla dentro de un cilindro de cedro. Pero
además de gran inventor, Conté tenía un “alma excepcional” y odiaba el
beneficio personal y económico.
Una vez se patentó cedió
los derechos a su hermano y a Humblot que se había convertido en su yerno.
Después del lápiz,
fue llamado para aplicar sus conocimientos en los aerostatos al servicio del
ejército de Francia y aportó diversos conocimientos para la fabricación del gas
y el recubrimiento de los barnices en los tejidos. También consta en esa época
como uno de los fundadores de la escuela de Artes y Oficios de París.
Estando en éstas
investigaciones en Meudon y encontrándose en su laboratorio experimentando con
hidrógeno, una fuerte explosión arrancaría el ojo izquierdo a Conté.
Pocos días antes de
partir a la expedición a Egipto capitaneada por Napoleón Bonaparte, Conté
presentaría otro de sus ingenios, un barómetro que evitaba la fragilidad del
instrumento.
EXPEDICIÓN A EGIPTO
Conté participará en
la expedición a Egipto como “jefe del cuerpo de los aerosteros”. Tenía 43 años
cuando viajó en el navío “Le Franklin”. Es en Egipto donde tendrá una febril
actividad, imposible de enumerar en su totalidad; un telégrafo para ayudar a la
flota anclada en Alejandría, molinos de viento para la molienda del trigo,
sables, cartones, tejidos, tambores, trompetas, aparatos de topografía,
catalejos, compases, lápices, lupas, microscopias…creación de fundiciones y
acerías, lanzamiento de aerostatos, etc, etc. Gaspard Monge dijo, “Conté tenía
todas las ciencias en su cabeza y todas las artes en su mano”. Y Napoleón
Bonaparte “Conté, hombre universal, capaz de crear todas las artes de Francia
en medio de los desiertos de Arabia”.
En la campaña de Egipto se creará una interesantísima
correspondencia de Conté con su mujer donde abundan curiosos detalles sobre su
vida profesional, espinosas reflexiones o juicios espontáneos sobre los
acontecimientos vividos con todo el encanto de la espontaneidad, la delicadeza
de su amor marital, la sinceridad y su constante preocupación de ser útil y de
hacer el bien a los demás.
REGRESO A FRANCIA
Al regreso a
Francia, Conté inventó una máquina para grabar de forma rápida y precisa los
dibujos hechos en Egipto; en ese momento los grabadores tardaban hasta 6 meses
por lámina. Con la máquina de Conté se redujo a 2-3 días y ahorró al Gobierno
unos 300.000 francos de la época. Esa máquina que se encuentra actualmente en
París, también arreglaba el problema de cómo “dibujar” el cielo de Egipto.
Conté murió el
6 de Diciembre de 1805 sin poder ver la obra acabada en la que participó
activamente; la Description de l´Égypte. Tuvo tres distinciones
especiales; en vida, se le concedió la “Legión de Honor” en 1804 de manos de
Bonaparte; después de su muerte, en 1817 una calle de París lleva su nombre
“rue Conté” y en su localidad natal, se
erigió una estatua en 1852 por suscripción nacional.
Como resumen y saber qué tipo de hombre era Conté, lo
podríamos resumir de la siguiente manera. A la finalización de la expedición a
Egipto, el Primer Cónsul hizo pedir al general Belliard que preguntara a Conté
qué tipo de recompensa deseaba por los ingentes servicios prestados a lo que
Conté responde “sólo deseo una cosa; que
los que sirvieron bajo mis órdenes, reciban la recompensa”. Así era el alma
de Conté.
Detalle
de un grabado de la “Description de l´Égypte”, edición Imperial (1809)
correspondiente al volumen EM II (Edad Moderna), plancha XXIX con el título “LE
JARDINIER”. Grabado por Jules París.