Visitas

miércoles, 21 de agosto de 2013

Bonaparte visita Guiza junto a unos savants

Uno de los alumnos de la Escuela Politécnica de París, Devilliers, parte desde Roseta hacia El Cairo junto a otros colegas.

En una de las visitas de Bonaparte a la zona de Guiza, DeVilliers se une al grupo de invitados con objeto de visitar las pirámides; también estará Vivant Denon el cual partirá en pocos días hacia el Alto Egipto junto al general Desaix en busca de Mourad Bey.

En la visita de Guiza, Bonaparte enseña al grupo de sabios escogidos las pirámides ante el asombro general de los científicos que rápidamente suben a la cima de la Esfinge para realizar las medidas oportunas.
En la base de una de las pirámides, enseñan a Bonaparte una momia cuyo sarcófago es sostenido por un oficial francés y por un egipcio. 
Cuentan que en ese momento ocurrió la siguiente anécdota:


Hacía más de 1500 años que se había perdido la lectura de los jeroglíficos y nadie por aquella época sabía descifrar la lengua de los faraones. ¿O tal vez sí? Los soldados presentan a Bonaparte a un monje copto ciego que andaba por los alrededores y que afirmaba saber leer las antiguas inscripciones de los faraones. Inmediatamente traen a una figura harapienta, más pinta de mendigo o de loco que de erudito. Con voz firme, Bonaparte ordena al copto señalando unos jeroglíficos que había en los laterales del sarcófago “¡Lee!”.
El copto pasó su mano por aquella desgastada madera, sonrío, miró al general con sus ojos sin vida y le dice con voz muy suave pero suficiente para que la oyese hasta el último hombre que andaba por los alrededores; “No eres un Dios”. Es de suponer la cara que se le quedó a Bonaparte.




Grabado de Draeger y Lesieur a finales del XIX de una pintura de Maurice Orange.

No hay comentarios:

Publicar un comentario