Visitas

viernes, 5 de julio de 2013

Bonaparte atraviesa el desierto camino de El Cairo (6-7 julio de 1798)

Bonaparte ha estado 5 días en Alejandría, tiempo que ha aprovechado para organizar la ciudad,  en especial, las defensas de la ciudad. De ello se ha encargado especialmente el brigada Cretín, uno de sus mejores ingenieros.
 
Redacta varias cartas para el bajá de Egipto, para el embajador del sultán de Constantinopla así como para sus generales y soldados para que no haya pillaje y se respete la religión y las costumbres del pueblo.
 
Uno de los problemas que hay que resolver con urgencia es el desembarco del material y dispone a Brueys que se haga en el puerto de Alejandría o en Aboukir, pero que se haga cuanto antes.
 
Antes de partir camino de El Cairo, Bonaparte deja como gobernador militar a su general Kléber que se repone de sus heridas dejándole instrucciones concretas y teniendo como lugarteniente al árabe (antiguo enemigo) Mohamed el-Koraim.
 
Entre el 6 y 7 de julio de 1798, Bonaparte y su ejército se ponen en marcha camino de Damanhur no sin antes haber decidido que el mejor camino es el más expeditivo a pesar de tener que atravesar parte del desierto; cosas de Bonaparte. 
 
El camino por ese infierno de calor y de sed fue una dura prueba para la expedición. Además, los pocos pozos existentes en la zona habían sido secados previamente por los árabes beduinos haciendo del camino un verdadero horno.
 
Después de una interminable marcha de 16 horas, Bonaparte llega a Damanhur y allí puede conseguir agua y algunos víveres.
 
 
 
Grabado de la editorial Goupil a finales del XIX de un dibujo de Géricault.

No hay comentarios:

Publicar un comentario